El recorrido de la Vía Verde
se convierte durante cada primavera en un
espectáculo de colores y olores, gracias a la
gran variedad y abundancia de las plantas de
vegetación silvestre, que espontáneamente nace
en campos, cunetas y montes.
Predominan las amapolas,
jaramagos amarillos y blancos, margaritas,
manzanillas, etc.
También son fáciles de encontrar las malas
hierbas temidas por los agricultores, como avena
loca, vallico, amor de hotelano,
cenizos, corremundos, etc.
Entre las plantas arbustivas
y de monte destacan las retamas
especialmente vistosas con sus flores amarillas,
el tomillo, romero, etc.
El la laguna del Arquillo
destacan entre otras, nenúfares y
lirios.
Seguiremos documentando con
más textos y fotos la flora espontánea silvestre
de la Vía Verde.